
Al retomar los diferentes enfoques y las metodologías de investigación, las y los docentes podemos encontrar evidencias acorde a nuestras situaciones y condiciones contextuales en que llevamos a cabo nuestra labor de docencia. La educación basada en evidencias (EBE) contribuye a identificar, seleccionar y valorar aquellas investigaciones y publicaciones académicas que cumplen con las características que le otorgan la calidad académica necesaria para considerarse como referentes que aportan evidencias sólidas. Esto con el fin de analizarlos para fundamentar sus propuestas de enseñanza y aprendizaje de la manera más eficiente. En ese sentido, la EBE es una manera para implementar en la práctica docente, con base en la mejor evidencia disponible publicada, de acuerdo a las situaciones educativas específicas. De esta forma, la EBE basada en la investigación cuantitativa brindará herramientas útiles para mejorar la toma de decisiones y las prácticas de la docencia universitaria.